Buen martes a todos,
Hoy os traigo un tema de lo más aleatorio. Suelo pasar mucho tiempo leyendo, en papel o en formato digital. Si tengo tiempo disponible, también suelo dar rienda suelta a las dudas que me van surgiendo, lo que me hace terminar revisando artículos de lo más extraños. Es una de mis formas de procrastinar y, aunque no sea la única, quizá sea la más productiva de todas ellas. Después de todo, termino aprendiendo cosas de lo más diversas, que aunque no me aportan conocimiento estructural para mejorar en mi día a día, sí que me permite sacar temas de conversación que pueden ser interesantes.
Mi punto de entrada en la cuestión de hoy ha sido un par de mapas que mostraban el aumento en Utah (Estados Unidos) de las búsquedas por VPN a comienzos del pasado mes de mayo. Todo lo demás ha sido ir tirando de la cuerda y enlazando con algunas cosas que ya sabía de antemano.
Sin más dilación, adentrémonos en esta curiosa historia. Acompañada de mapas, como no podría ser de otro modo.
La llegada de los mormones
A comienzos del siglo XIX, Joseph Smith fundó la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, más conocida como iglesia mormona. Esta rama del cristianismo tuvo unos inicios complicados, entre otras razones, por la defensa feroz de la poligamia, lo que llevó a su expulsión de varias ciudades de Estados Unidos. Ante la necesidad, los mormones se adentraron en la exploración del Medio Oeste, primero llegando a Misuri y, finalmente, asentándose junto a un lago salado donde ya había otras tribus nativas americanas. Aquel lugar al que llegaron el 24 de julio de 1847 terminó convirtiéndose en Salt Lake City, la sede de los mormones desde entonces.
En 1896, Salt Lake City pasó a convertirse en la capital de Utah, el 45.º estado de los Estados Unidos. Los mormones comenzaron a extenderse por otros territorios de la unión, e incluso por países vecinos, pero en ninguna otra parte tuvo un éxito o influencia semejante. La gran prevalencia de la iglesia es una cuestión identitaria en Utah que marcó de forma determinante la cultura de sus habitantes y su particular forma de ver el mundo. Más de cien años después, aun un 60 % de los habitantes del estado están afiliados a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, lo que en parte determina su forma de entender el mundo.
Utah, un estado conservador
Cultural Currents Institute (CCI) ha publicado un estudio en el que evalúa los datos aportados por distintas fuentes en 21 ámbitos de la sociedad para determinar qué estados son los que tienen unos valores más tradicionales o conservadores. En la lista, Utah no sale como el ganador, pero sí que logra una digna quinta posición como uno de los estados más conservadores de los EE. UU. Por delante únicamente se cuelan Misisipi, Alabama, Dakota del Sur y Carolina del Sur, otros cuatro estados que comúnmente se asocian con ideales conservadores.
Entre las variables analizadas se encuentran la religiosidad, la idea de familia tradicional, las tasa de fertilidad, el militarismo, el patriotismo, la legalización del cannabis o el derecho al aborto. En algunas de ellas, Utah ocupa media tabla, como puede ser el caso del militarismo o el patriotismo (que puede discutirse si son valores realmente tradicionales o no). En otros sí que destaca de forma notable, como es el caso de la asistencia a la iglesia los domingos (en lo que ocupa el primer puesto) o donde se preserva más la idea tradicional de familia (que ocupa el tercer puesto, solo por detrás de Alaska y Hawái).
El uso de pornografía en Utah
A pesar de lo que pudiera parecer intuitivo, el acceso a pornografía es algo que está extendido al margen de la naturaleza tradicional de una sociedad. En un estudio publicado por Benjamin Edelman en 2009 (en PDF aquí) se analizó el uso de pornografía en los distintos estados, evaluando el volumen de suscripciones por cada mil conexiones de banda ancha. El resultado fue aplastante, más de una de cada 200 conexiones de banda ancha en Utah tenía una suscripción digital para consumir pornografía de pago, un número solo ligeramente comparable a Alaska o Misisipi, y muy lejos del resto de estados.
Esto no implica en ningún caso que se consuma más pornografía en estos estados, sino que la presión a causa de los valores tradicionales de la sociedad empuja a los ciudadanos interesados a consumir este tipo de contenido en la privacidad de su hogar. Con esto se evitaba que dos vecinos se encontrasen ojeando o comprando revistas de dudoso contenido, o que dos compañeros de trabajo tuvieran que buscar excusas inverosímiles al encontrarse en un club de striptease. Lo que sí que evidencia, de todas las formas, es lo importante que era en los estados más conservadores Internet para acceder a este tipo de material.
La necesidad de una VPN
El 19 de abril de 2016, el estado de Utah declaró la pornografía un problema de salud pública, y con ello comenzó una particular lucha contra el porno. En palabras del gobernador Gary Herbert, la pornografía era culpable de todas las agresiones sexuales y por ello había que ponerle freno. El estado no realizó prohibiciones como tal, pero sí que buscaba preservar el bienestar de los niños, lo cual es loable. Quizá lo que es más cuestionable es que su crítica no estaba centrada en erradicar la pornografía infantil, sino en limitar el acceso a pornografía por parte de menores de edad. El planteamiento era que otros vicios como el tabaco o el alcohol estaban perfectamente controlados, mientras que multitud de restaurantes o bibliotecas ofrecían acceso a Internet sin ningún tipo de control.
Pasaron siete años sin que la legislación estableciera ningún control forzado, hasta el pasado mes de mayo. Siguiendo la ley aprobada en Misisipi en 2022, Utah votó por unanimidad en marzo de 2023 un mandato que obligaba a todas las webs que tuvieran contenido para adultos a validar la edad de los usuarios. Durante las primeras semanas no tuvo un impacto tangible, hasta que otra ley complementó al facilitar a cualquier familia a denunciar a las webs que no tuvieran esa verificación.
El 1 de mayo de 2023, PornHub, la mayor web de pornografía del mundo, con más de 114 millones de visitas mensuales, bloqueó el acceso a todos los habitantes de Utah. El resultado fue inmediato, ya que dos días más tarde las búsquedas de servicios de VPN se dispararon, con el objetivo de saltar al corte establecido por PornHub. A continuación dos mapas que cuentan la historia por sí mismos: el primero muestra el volumen de búsquedas de VPN en Google en los distintos estados en marzo de 2023, el segundo las búsquedas del 3 de mayo, dos días después del bloqueo de PornHub.
Como detalle interesante, la legislación que se pasó en Utah se basaba en parte en el mismo principio que la ley que prohibió el aborto en Texas. No es solo la prohibición en sí, sino la creación de mecanismos que facilitan a los ciudadanos la denuncia a toda empresa privada que opere al margen del mandato acordado por el gobierno estatal.
La ley en Utah sigue vigente casi cinco meses más tarde, aunque se han impuesto varias demandas para paralizarla. Aun así, es interesante plantearse es hasta qué punto esta ley puede realmente estar limitando el consumo de pornografía. Del mismo modo que en Utah se popularizó el consumo digital para evitar exponerse a la sociedad, esta limitación no hace más que empujar la necesidad a buscar otros ámbitos. Ya sea el uso de soportes físicos o la proliferación de otros webs que aún no estén bloqueadas, lo más probable es que el consumo de pornografía persista en Utah.