Un relato sobre la dura batalla del Somme y las impactantes consecuencias que tuvo en la población local y los países involucrados durante generaciones.
Me permito (quizá un poquito extemporáneamente) recomendar la lectura del libro «El fuego», de Henri Barbusse, que retrata el tremendo horror de la Primera Guerra Mundial con una vividez extraordinaria. Más allá de los análisis sobre el conflicto, los testimonios de soldados, como el propio escritor, nos deberían hacer cavilar sobre las consecuencias (y causas…) de la guerra.
Por lo demás, me ha fascinado tu artículo, Miguel. Me atrae mucho ese periodo y el texto me ha facilitado muchísima información interesante.
Tomo nota. No conozco el libro (ni el autor!), pero suena atractivo.
A mí es un periodo que también me resulta interesante. Particularmente, me atrae intentar entender cómo este conflicto cambió las reglas de cortesía que evitaba convertir a los civiles en objetivos militares. Está claro que no fue la primera vez que sucedió, pero sí que introdujo algunas estrategias que aún se siguen utilizando a día de hoy con gran impunidad.
He de confesar que me he quedado de piedra, el mapa es escalofriante y si se mira con detenimiento hay una zona del bosque de Delville que es aterradora.
Las dos cuadrículas inferiores S-5, las dos superiores S-11 y la superior derecha S-10 contabilizan 3.295 muertos (702-829-749+207+808), terrible.
Sí, totalmente aterrador. En las coordenadas S4, junto al bosque de Delville, ni siquiera se muestra información en ninguna de las cuatro cuadrículas. Alguna de las hipótesis que he leído sobre ese hueco barajan la posibilidad de que las cifras superasen los 1.000 cuerpos y por ello no aparecen en el mapa.
Qué interesante y escalofriante artículo, Miguel. Lo impresionante de los soldados es que seguramente eran también muy jóvenes.
En el documental “They Shall Not Grow Old” (Jamás llegarán a viejos), dirigido por Peter Jackson (Amazon Prime) se cuenta que la mayoría tenía 17-19 años, y que muchos mentían (o sea, eran aún menores) para poder participar. Hoy parece impensable imaginar niños de 15-17 años matándose entre ellos.
Quiero creer que es impensable, pero muchas veces veo encuestas de opinión en la población más joven y me encuentro con posturas que me hacen dudar :/.
Quizás me expresé mal. No encuentro impensable que un joven quiera participar, me parece impensable que un ejército se componga de niños de 15-20 años.
De todos los soldados en activo del ejército de los Estados Unidos en la actualidad, un 45% tiene menos de 25 años ( https://download.militaryonesource.mil/12038/MOS/Reports/2017-demographics-report.pdf ), y el rango que ocupan suelen ser los que son enviados al frente. Quizá la edad no sea la misma 100 años más tarde, pero me temo que siguen siendo gente muy joven :/.
Gracias Miguel por el artículo. En Francia me explicaron que la verdadera unión nacional (hoy agrietada) se produjo por el hecho de que cada ciudad, cada pequeño pueblo, envió todos sus jóvenes a la muerte. Esa "fraternidad" en la desgracia sirvió de pegamento en un país con un fuerte componente agrícola en el que cada paisano aún se cosideraba de su propia región. Nosotros los españoles, que vivimos exactamente lo contrario, no llegamos a comprenderlo.
Ahora bien, el precio pagado fue enorme: no hay pueblito en Francia que no tenga su monolito con el nombre de sus muertos en la I Guerra Mundial.
Gracias de nuevo por sacarlo del olvido. Aquella guerra se parece más a las actuales que la Segunda. Intereses puros y duros de unas élites que mandan a sus soldados a morir.
Me permito (quizá un poquito extemporáneamente) recomendar la lectura del libro «El fuego», de Henri Barbusse, que retrata el tremendo horror de la Primera Guerra Mundial con una vividez extraordinaria. Más allá de los análisis sobre el conflicto, los testimonios de soldados, como el propio escritor, nos deberían hacer cavilar sobre las consecuencias (y causas…) de la guerra.
Por lo demás, me ha fascinado tu artículo, Miguel. Me atrae mucho ese periodo y el texto me ha facilitado muchísima información interesante.
Tomo nota. No conozco el libro (ni el autor!), pero suena atractivo.
A mí es un periodo que también me resulta interesante. Particularmente, me atrae intentar entender cómo este conflicto cambió las reglas de cortesía que evitaba convertir a los civiles en objetivos militares. Está claro que no fue la primera vez que sucedió, pero sí que introdujo algunas estrategias que aún se siguen utilizando a día de hoy con gran impunidad.
He de confesar que me he quedado de piedra, el mapa es escalofriante y si se mira con detenimiento hay una zona del bosque de Delville que es aterradora.
Las dos cuadrículas inferiores S-5, las dos superiores S-11 y la superior derecha S-10 contabilizan 3.295 muertos (702-829-749+207+808), terrible.
Sí, totalmente aterrador. En las coordenadas S4, junto al bosque de Delville, ni siquiera se muestra información en ninguna de las cuatro cuadrículas. Alguna de las hipótesis que he leído sobre ese hueco barajan la posibilidad de que las cifras superasen los 1.000 cuerpos y por ello no aparecen en el mapa.
Qué interesante y escalofriante artículo, Miguel. Lo impresionante de los soldados es que seguramente eran también muy jóvenes.
En el documental “They Shall Not Grow Old” (Jamás llegarán a viejos), dirigido por Peter Jackson (Amazon Prime) se cuenta que la mayoría tenía 17-19 años, y que muchos mentían (o sea, eran aún menores) para poder participar. Hoy parece impensable imaginar niños de 15-17 años matándose entre ellos.
Quiero creer que es impensable, pero muchas veces veo encuestas de opinión en la población más joven y me encuentro con posturas que me hacen dudar :/.
Quizás me expresé mal. No encuentro impensable que un joven quiera participar, me parece impensable que un ejército se componga de niños de 15-20 años.
Ah, no te entendí bien!
De todos los soldados en activo del ejército de los Estados Unidos en la actualidad, un 45% tiene menos de 25 años ( https://download.militaryonesource.mil/12038/MOS/Reports/2017-demographics-report.pdf ), y el rango que ocupan suelen ser los que son enviados al frente. Quizá la edad no sea la misma 100 años más tarde, pero me temo que siguen siendo gente muy joven :/.
Gracias Miguel por el artículo. En Francia me explicaron que la verdadera unión nacional (hoy agrietada) se produjo por el hecho de que cada ciudad, cada pequeño pueblo, envió todos sus jóvenes a la muerte. Esa "fraternidad" en la desgracia sirvió de pegamento en un país con un fuerte componente agrícola en el que cada paisano aún se cosideraba de su propia región. Nosotros los españoles, que vivimos exactamente lo contrario, no llegamos a comprenderlo.
Ahora bien, el precio pagado fue enorme: no hay pueblito en Francia que no tenga su monolito con el nombre de sus muertos en la I Guerra Mundial.
Gracias de nuevo por sacarlo del olvido. Aquella guerra se parece más a las actuales que la Segunda. Intereses puros y duros de unas élites que mandan a sus soldados a morir.
La Primera Guerra Mundial dejó una huella que es difícil de entender para los que vivimos en países que estuvieron al margen.
Este mapa de Statista deja bastante claro los números relativos que supuso para cada país: https://www.statista.com/chart/16047/the-number-of-deaths-as-a-share-of-the-pre-war-population/ - Y como hemos dicho, en su mayoría hombres jóvenes :/.
Brutal