En un mundo sin humanos, ¿cómo les habría ido a los grandes mamíferos?
Newsletter #54 – 2024/03/19
Buen martes a todos,
El impacto del ser humano en el entorno es innegable. Muchas veces al tratar este tema se centra la discusión sobre el cambio climático y su origen antropogénico, pero su impacto llega mucho más allá: desertificación, deforestación, acidificación de los océanos, impacto de residuos, sobreexplotación de los suelos, contaminación o el desequilibrio de ecosistemas.
Hoy quiero traeros un estudio publicado en 20151 que analizó el impacto del ser humano sobre la diversidad de los mamíferos en el mundo y, además, exploró cómo sería un mundo en el que no hubiera existido el impacto de nuestra especie. Para ello, los autores tenían en cuenta el efecto directo que tuvo la caza durante milenios, a medida que el ser humano se expandió por el planeta, pero también cómo la competencia por las mismas especies de herbívoros supuso un gran problema a algunos de los grandes mamíferos carnívoros. Entre los resultados, también publicaron estos dos mapas sobre la distribución de especies de grandes mamíferos en el mundo (el primer mapa) y otro con la estimación de cuál habría sido esa distribución de no haber existido el ser humano (el segundo mapa).
La diferencia es abismal. En el primer mapa se observa cómo la mayoría de las especies de grandes mamíferos está concentrada en África. Por la contra, si el ser humano no hubiera existido, es muy probable que América tuviera la concentración más grande, incluyendo aún a muchas de las especies que se han extinguido a lo largo de los últimos milenios. Un detalle interesante que también incluye el estudio es que la prevalencia de estos grandes mamíferos habría tenido su consecuencia directa sobre los ecosistemas resultantes, siendo mucho más probable que las sabanas fueran más extensas, como sucede en la actualidad en gran parte de África (precisamente donde habitan estos grandes mamíferos).
Si bien este trabajo es interesante, es inevitable tener cierto grado de escepticismo respecto a las afirmaciones y las conclusiones. La ausencia del ser humano sobre la faz de la Tierra es un cambio tan fundamental, que es probable que se subestimen algunas consecuencias y su posible efecto a medio o largo plazo. Aun así, hay muchos datos tangibles sobre cómo el ser humano ha afectado al hábitat de distintas especies, y cómo su rango ha disminuido de forma notable respecto al hábitat histórico.
Así que aquí os dejo con un buen puñado de mapas que muestran cómo ha disminuido el hábitat de ocho de los grandes mamíferos más conocidos, con datos fundamentados en registros históricos y fósiles.
El oso pardo
El caso del oso pardo es uno de los más conocidos, en parte gracias a los esfuerzos por preservar y repoblar algunas regiones que se han llevado a cabo en las últimas décadas. La mayor población de osos se encuentra en Siberia, que cuenta con más del 60 % de los 200.000 individuos que quedan en el planeta, pero su presencia se ha perdido por completo en gran parte de Europa, Norteamérica y, más notablemente, África, donde poblaron parte de las montañas del Atlas.
El león
El león pobló en tiempos históricos prácticamente la totalidad de África, así como gran parte de Oriente Medio e incluso la región más septentrional de los Balcanes. Todo esto se ha reducido en la actualidad a apenas 23.000 individuos en regiones muy limitadas de África y 500 más en el Bosque de Gir, en India. Se estima que, tan solo en las últimas dos décadas, la caza ha sido causante de que esta población se viera reducida a la mitad2.
El lobo
El lobo, entendido como todas las subespecies salvajes del lobo3, habitaba el sureste asiático, el norte de África, Europa Occidental, México y Estados Unidos. A pesar de los esfuerzos por recuperar el lobo en muchas partes de Europa, su éxito aún es limitado. En la actualidad hay registrados unos 250.000 individuos en todo el mundo, y no es una especie que esté en peligro.
El búfalo
El búfalo, también conocido como bisonte americano, es posible que sea el mejor ejemplo del impacto de la caza sobre la población de un gran mamífero. Hasta finales del siglo XVIII, este animal poblaba casi la totalidad de Estados Unidos, parte de Canadá y parte de México. En menos de cien años, su población se vio mermada de más de 30 millones, a apenas 1.000 ejemplares. Por suerte, gracias al estudio publicado en 1889 por William T. Hornady4, se comenzaron a tomar acciones para preservar la especie y en la actualidad se estima que hay en torno a 350.000 individuos.
El tigre
Históricamente, el tigre pobló una gran parte de Asia Oriental, así como todo el entorno del mar Caspio, India, Sumatra y Java. En la actualidad su territorio está reducido a gran parte de la India, Tailandia, Malasia, Indonesia y una pequeña región de Manchuria. Es uno de los grandes mamíferos en una situación más preocupante, ya que en todo este territorio apenas cuenta con 4.000 ejemplares. Esto, junto a su popularidad en los zoos de gran parte del mundo, ha dado como resultado que en la actualidad haya muchos más tigres en cautividad que en estado salvaje.
El elefante
En la actualidad se conservan únicamente tres especies de elefante (dos en África y una en Asia). A pesar de que su distribución aún es amplia en gran parte de África, los científicos estiman que en apenas dos siglos su población ha pasado de más de 25 millones a menos de 500.000 individuos5. Las tres especies están en grave peligro y, aun así, todavía se enfrentan a la caza legal y furtiva, lo cual dificulta mucho su preservación.
El rinoceronte
En la actualidad existen cinco especies de rinocerontes y tres de ellas se encuentran en estado crítico de conservación: el rinoceronte negro, el rinoceronte de Java y el rinoceronte de Sumatra. Entre todas las especies, se conservan un total de 25.000 individuos en el mundo, aunque una gran mayoría sobrevive gracias al elevado grado de protección de algunos países como Sudáfrica. La caza furtiva es aún a día de hoy su mayor amenaza.
La jirafa
A pesar de que históricamente se consideraba a todas las jirafas la misma especie, un estudio genético llevado a cabo en 2016 demostró que en realidad se trata de cuatro especies y múltiples subespecies6. Pero a pesar de esa gran diversidad, la presión ejercida por el ser humano ha hecho que su población y hábitat se hayan visto reducidos de forma notable desde el siglo XVIII. En la actualidad se conservan poco más de 100.000 ejemplares, aunque los esfuerzos de conservación son importantes en múltiples países africanos.
Más grandes mamíferos
Me gustaría poder decir que los ocho ejemplos que os he traído son una excepción, pero la realidad es que es la norma. El patrón se repite con todas las especies de grandes mamíferos que aún habitan el planeta. Quizá una de las pocas excepciones es el leopardo de las nieves, que ha mantenido su hábitat prácticamente intacto, en gran parte gracias a que su territorio se extiende por gran parte del Tíbet, una región inhóspita para el ser humano.
Si tenéis tiempo, aquí os dejo una lista con más animales y enlaces a mapas que muestran cómo su territorio también se ha reducido:
El estudio, firmado por los daneses Jens-Christian Svenning y Søren Faurby, se puede leer al completo aquí.
Dicho de otro modo, aquí no se incluyen los perros domesticados, que también son subespecies del lobo.
El mapa está basado en el estudio de Hornady. A pesar de que la población de búfalos ha aumentado, su rango territorial se ha mantenido. Esta historia es fascinante y la tengo apuntada para tratarla en una edición de la newsletter en algún momento del futuro.
En este artículo se habla de que la población de elefante de selva africano era de más de 26 millones en el año 1800, y de apenas 172.000 en 1989.
Este otro mapa muestra a todo detalle la distribución territorial de las distintas especies y subespecies de jirafas.
Está guapo el artículo.
Ahora te emplazo a redactar otro artículo con la inversa: ¿qué hubiera sido de los animales domesticados (pollos, vacas, perros, caballos, ovejas...) o de los qué se han beneficiado (ratas, palomas...) sin los humanos?
:)