¡Por el oro! Sé que la disputa territorial ya existía antes de la compra de Alaska (entre Rusia y el Imperio Británico), y se saldó poco después de la compra a medio camino entre lo que quería el Imperio Británico y lo que quería Estados Unidos.
La Columbia Británica y Yukón son dos de las zonas de Canadá que me gustaría poder visitar en algún momento. Sobre todo para poder disfrutar de lo que es la inmensidad en estado puro. Pásalo bien y ¡ten cuidado con los osos!
Las fronteras políticas son un concepto muy moderno como para pensar con rigor en él a lo largo del tiempo. Pero me has dado en que pensar con tu artículo porque si lo tomamos de forma laxa, nos sirve para pensar en si existe o no una tendencia en el cómputo de las fronteras humanas a lo largo del tiempo. Siendo como somos tribales desde que cazábamos y recolectábamos, me parece que hay una progresión hacia una reducción de las “fronteras” y un aumento en la densidad de la población por territorio. Los grupos humanos más pequeños han ido diluyéndose políticamente en entidades mayores a lo largo de la historia. Los estados nacionales fueron un progreso en esa reducción de fronteras, y si ahora son una rémora para las construcciones supranacionales (i.e. la UE), la corriente hasta ahora ha empujado más a unir a los pueblos humanos que a crear fronteras, a pesar de la caída de los grandes imperios de la historia. La tendencia sería la de seguir diluyendo fronteras hacia una mayor cooperación humana que generándolas (aunque indudablemente el proceso fluctúe y hoy existan más fronteras que hace 50 años). ¿Cómo lo ves?
Hola Miguel. Estoy de vacaciones en la British Columbia de Canadá, cuya frontera con EEUU al noroeste es bien extraña. ¿Sabes por qué?
¡Por el oro! Sé que la disputa territorial ya existía antes de la compra de Alaska (entre Rusia y el Imperio Británico), y se saldó poco después de la compra a medio camino entre lo que quería el Imperio Británico y lo que quería Estados Unidos.
La Columbia Británica y Yukón son dos de las zonas de Canadá que me gustaría poder visitar en algún momento. Sobre todo para poder disfrutar de lo que es la inmensidad en estado puro. Pásalo bien y ¡ten cuidado con los osos!
De momento cero osos. Pero el paisaje es increíble. Y calor!
Las fronteras políticas son un concepto muy moderno como para pensar con rigor en él a lo largo del tiempo. Pero me has dado en que pensar con tu artículo porque si lo tomamos de forma laxa, nos sirve para pensar en si existe o no una tendencia en el cómputo de las fronteras humanas a lo largo del tiempo. Siendo como somos tribales desde que cazábamos y recolectábamos, me parece que hay una progresión hacia una reducción de las “fronteras” y un aumento en la densidad de la población por territorio. Los grupos humanos más pequeños han ido diluyéndose políticamente en entidades mayores a lo largo de la historia. Los estados nacionales fueron un progreso en esa reducción de fronteras, y si ahora son una rémora para las construcciones supranacionales (i.e. la UE), la corriente hasta ahora ha empujado más a unir a los pueblos humanos que a crear fronteras, a pesar de la caída de los grandes imperios de la historia. La tendencia sería la de seguir diluyendo fronteras hacia una mayor cooperación humana que generándolas (aunque indudablemente el proceso fluctúe y hoy existan más fronteras que hace 50 años). ¿Cómo lo ves?