Esperando a que lleguen los días de 27 horas
Newsletter #161 – 2025/12/07
Buen domingo a todos,
¿Quién no ha pensado alguna vez que unas pocas horas al día vendrían muy bien? Yo lo he pensado quizá demasiadas veces. Está claro que no echaría un minuto más en el trabajo, pero siempre me hace falta algo de tiempo cuando me levanto perezoso por la mañana, o después de trabajar, para poder dedicarlo al ocio. Aunque ese ocio algunos días sea simplemente estar sentado en el sofá mirando al infinito.
Tras haberle dado vueltas a esto durante una vida1, he llegado a la conclusión de que la duración óptima de un día sería de 27 horas. Daría una hora más al descanso. Es posible que no durmiera una hora más, ya que me cuesta dormir muchas horas, pero sí que se lo dedicaría a quedarme después de despertarme en lo que termino de desperezarme. Sí, una hora no es demasiado tiempo si fueses como yo, que diariamente pulsa dos o tres veces el botón de snooze para alargar el tiempo en la cama sin estar dormido.
Otra de las horas sería perfecta para dar un paseo cada día, ya fuera solo o acompañado. Si fuera solo, aprovecharía para escuchar música de forma más activa, realmente escuchándola, no poniéndola solo de fondo. Si fuera en compañía, conversaría sobre lo que se terciase; quien me conoce bien sabe que me vale prácticamente cualquier tema.
La tercera hora sería para algo más de ocio. Mi yo motivado opina que sería para leer y escribir; mi yo realista sabe que podría terminar viendo un capítulo de alguna serie, jugando un poco más a algún juego del móvil o simplemente navegando por Internet. La verdad es que no me importa en exceso, simplemente sé que tendría una hora más de la que disfrutar, un porcentaje mayor del día para mí mismo y no para el trabajo u otros compromisos poco placenteros.

Bueno, pues hoy vengo a contaros que los días de 27 horas son simplemente cuestión de esperar a que pasen unos cuantos años2.
Los días de 24 horas
Cuando uno estudia de pequeño, la realidad se suele simplificar un poco, ya que facilita notablemente el aprendizaje y permite construir un marco de comprensión sobre el que podemos subsistir en el mundo. Por eso, es normal que la mayoría de los adultos piense que un día es el tiempo en el que tarda la Tierra en rotar sobre sí misma. La realidad, muy a nuestro pesar, es algo más complicada.
La Tierra tiene principalmente dos movimientos3, el movimiento de rotación y el movimiento de traslación. Los dos acontecen de forma simultánea, así que mientras la Tierra gira sobre sí misma, también continúa orbitando en torno al Sol. Esa combinación entre los movimientos hace que, a pesar de que pasen 24 horas de un mediodía al siguiente mediodía4, en realidad la rotación de la Tierra sobre sí misma dure únicamente 23 horas, 56 minutos y 4 segundos.

Lo que tarda la Tierra en dar una vuelta sobre sí misma es lo que en español se conoce como día sidéreo, mientras que lo que dura 24 horas es lo que llamamos día solar o día astronómico5. La razón por la que un día tiene 24 horas es una combinación entre la herencia histórica de Egipto y Babilonia, con la estandarización llevada a cabo por sociedades posteriores como la griega. Aunque todo esto ya os lo conté en otro artículo hace unos meses.
Con la definición de las horas, los minutos y los segundos tomando al día como referencia, las 24 horas siempre habrían sido las mismas. Pero en 1948 se inventó el reloj atómico, y conseguimos cambiar la definición del segundo a algo que fuera independiente de la duración de un día6. Porque sí, aunque pueda parecer sorprendente, los días no siempre han durado lo mismo, y con el paso del tiempo, cada vez duran más.
La Luna realentiza a la Tierra
Todos conocemos al menos un efecto de la Luna sobre la Tierra: las mareas. La Luna es el único satélite natural de nuestro planeta, y tiene una masa 81 veces inferior a la de la Tierra. Aunque pueda parecer una diferencia abismal, es muchísimo más pequeña que la de la mayoría de los satélites que conocemos de otros planetas, hasta el punto de que muchas veces se considera a la Tierra y la Luna como un sistema doble.
Esa masa significativa de la Luna y la distancia tan cercana que tiene hacen que su gravedad nos afecte de forma aparente. Al orbitar en torno a la Tierra, la Luna desplaza el agua de los océanos de la Tierra, creando los movimientos que conocemos como mareas.

Acompañadas a las mareas, hay un segundo efecto del que se habla muy pocas veces, la aceleración de marea. Observándolo de forma más global, la marea no es más que el abombamiento del océano al paso de la Luna. Dado que la Tierra gira mucho más rápido de lo que orbita la Luna alrededor de la Tierra y que el agua del océano tiene fricción con el fondo oceánico, las mareas y la Luna están desacompasadas.
Dicho de otro modo, el punto más alto del abombamiento de las mareas no se encuentra justo debajo del punto más alto de la Luna, sino que está ligeramente adelantado en la dirección de la rotación de la Tierra, hacia el este.

Esto que puede parecer una mera curiosidad, tiene unas importantes implicaciones para el sistema Tierra-Luna. Para poder mantenerse la estabilidad, poco a poco la Luna se está alejando de la Tierra, a un ritmo de 3,8 centímetros cada año7. Además, y lo que más nos interesa hoy, cada día la rotación de la Tierra sobre su propio eje es un poco más lenta, lo que hace que los días también aumenten poco a poco.
Los días de 27 horas… ¿Para cuando?
Si os ha parecido poco que la Luna se aleje de la Tierra 3,8 centímetros cada año, mucho menos os parecerá la velocidad a la que aumentan los días. Cada año, los días se alargan apenas 0,017 milisegundos. Dicho de otro modo: un día de 2025 ha durado en torno a 1,7 milisegundos más que un día de 1925.
Así que me temo que todos necesitaremos un poco de paciencia. Tendremos que esperar a que pasen 635 millones de años hasta que los días duren 27 horas. Eso sí, los días más largos no tienen un coste gratuito. El tiempo que tarda la Tierra en orbitar en torno al sol se mantiene constante, por lo que los años durarán 324,66 de los nuevos días.
Esto nos obligaría a redefinir por completo la duración de un año y cómo lo dividimos. ¿Continuaríamos con los 12 meses o lo simplificaríamos a 11 meses? También tendríamos que redibujar la idea de años bisiestos; el ciclo tendría que ser de un año de 324 días seguido de dos años de 325 días. Lo peor, ¿estarían las empresas de acuerdo con el descenso global de las horas trabajadas a lo largo del año? Si se mantuvieran las jornadas laborales de 8 horas y los mismos días de vacaciones y festivos, el número de horas trabajadas a lo largo del año descendería un 13 % en el caso de España8.

¿Sabéis lo peor? Lo más probable es que, ante los aumentos en la duración del día, se reajustase poco a poco la definición del segundo y los días de 24 horas se mantendrían. Seguiríamos llegando a días de 27 horas actuales, pero estarían divididos en 24 horas, por lo que terminaríamos trabajando 9 horas, equivalentes a las 8 horas actuales.
En cualquier caso, para que no os preocupéis en exceso, sospecho que ninguno estaremos por aquí para comprobar las decisiones que la humanidad tomará. Eso si es que hay una humanidad que se mantenga por aquí para contarlo.
Por petición popular, os dejo por aquí un botón para procrastinar, por si os pillo aburridos. Cada vez que pulséis en él, os llevará a un mapa distinto de los más de 1000 que tiene el catálogo.
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Más bien media. O al menos eso espero.
Demasiados, pero queda más poético no deciros cuánto hasta el final.
Esto también es mucho más complejo. Hay otros movimientos menos conocidos como la precesión de los equinoccios, el movimiento de nutación, el bamboleo de Chandler o la precesión del perihelio. Algún día hablaré de ellos.
Mediodía entendido como el momento en el que el Sol está en su punto más alto del cielo.
Si queréis ahondar en este tema, os recomiendo este artículo de Guillermo Sánchez León en Naukas.
Por si os interesa, la definición actual de un segundo es algo tan complejo y fiable como la duración de 9.192.631.770 oscilaciones de la radiación emitida en la transición entre los dos niveles hiperfinos del estado fundamental del cesio 133 a 0ºK. Me gustaría poder explicarlo de una forma más sencilla, pero creo que entiendo lo justo el significado de lo que acabo de copiar del artículo de Guillermo Sánchez León que os he comentado en otra nota.
Muy lento si pensamos que la
Como me suele pasar, me ha entrado la curiosidad y he hecho las cuentas. En España hay una media de 14 festivos anuales y 22 días laborables de vacaciones. Con una jornada laboral de 40 horas semanales, esto resulta en unas 1800 horas trabajadas al año. Con la nueva duración del año, este conjunto de horas se reduciría hasta 1560 horas, lo que es un 13 % menos.




635 millones de años pasan volando, no te fíes.
Qué bien introducido el tema y qué bien nos has llevado hasta la conclusión.