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Avatar de Marta Lalibretaroja📕

Conocía la historia del mar Aral pero no el intento de recuperación. Como siempre, la mar de interesante (ja ja ja )

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Un texto muy interesante. Este año estoy organizando un viaje a Uzbekistán y estuve informándome sobre este caso para poder visitarlo. Una historia que para mí deja muchas enseñanzas, pero en este caso hay que señalar a la planificación estatal.

Lysenko era el máximo encargado de la política agraria de la URSS en época de Stalin. Ideólogo de una teoría pseudo científica respecto a los caracteres adquiridos, y negando la evolución de Darwin y la genética de Mendel, Lysenko ideó los planes agrónomos que siguió el país soviético, sirviendo de inspiración en muchos, entre ellos el caso del mar de Aral.

Está historia es un ejemplo perfecto de como una planificación estatal sin control ni justificación puede resultar nefasto. En primer lugar, el principal problema es el ignorar toda la evidencia y el conocimiento científico y priorizar la ideología. Decisiones por fines políticos sin tener en cuenta los hechos ni las consecuencias esperables de los mismos. La política como religión, un pecado habitual en los países socialistas (¿salvo China quizás?).

En segundo lugar, el uso indiscriminado de los recursos del Estado para un fin político no tuvieron en cuenta los daños a la población, ya no solo los daños medioambientales. La política seguida resume los 3 puntos que Mises criticaba a la intervención estatal: 1 )sin precios de mercado que reflejen la escasez, no existen incentivos para la preservación de agua, 2)los planificadores actuaron sin tener información real, decidiendo la plantación de algodón y el uso del agua sin conocimiento sobre la demanda y demás condiciones de mercado, sino siguiendo fines políticos y 3) se ignoraron las consecuencias a largo plazo pues los costes de la mala política las pagan los ciudadanos y no sus dirigentes.

Por tanto, esto representa un ejemplo perfecto de los fallos de la planificación estatal que muchas veces olvidamos. Y va algo más allá y es lo que critica Hayek en su obra más célebre. El control total de los ciudadanos a expensas de un Estado que agota recursos y obliga a regiones a adoptar un determinado cultivo sin saber si es valorado socialmente, sin saber la información dispersa entre la población respecto a lo que rodea el mar de Aral o el cultivo de algodón, atropellando las libertades individuales a su paso. Por ello esta historia no es solo la de un desastre natural, sino también de los peligros de un planificador centralizado con poder donde no existen ni intención ni los incentivos necesarios para la coordinación entre los ciudadanos y la correcta asignación de los recursos.

Gracias por esta historia.

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