Buen martes a todos,
Cuando anuncié el cierre del antiguo blog después de 14 años, hubo una petición muy recurrente para que al menos mantuviera uno de los artículos que había escrito. Se trataba de uno en el que hablaba de la historia de la Sierra de Guadarrama, en España, y el problema de algunos medios nacionales a la hora de referirse a ella erróneamente como la Sierra de Madrid.
Dado que ya han pasado 14 años desde que escribí aquello1, le daré un repaso a todo lo que ponía en aquel artículo e incluiré algo más de información sobre la geología de la sierra, su biodiversidad, su historia territorial y el problema en sí. Vamos, la manía que tienen algunos de referirse a ella como Sierra de Madrid.
La newsletter de hoy, como no podría ser de otra forma, va dedicada a todos mis compatriotas segovianos. Hasta tengo sonando un disco del Nuevo Mester de Juglaría mientras escribo esto, no os digo más.
Geología de Sierra de Guadarrama
Lo primero un poco de contexto, sobre todo para todos aquellos que leéis desde fuera de Europa: España es un país notablemente montañoso. Casi con la única excepción de la gran Meseta Central, el valle del Ebro y la depresión del Guadalquivir, todo lo demás son sistemas montañosos. Al norte, la cordillera Cantábrica y los Pirineos; separando el valle del Ebro y la Meseta Central, el sistema Ibérico; al sur, las cordilleras Béticas; separando la depresión del Guadalquivir y la Meseta Central, sierra Morena. Por último, como línea divisoria entre la submeseta Norte y la submeseta Sur, nos queda el sistema Central.
El sistema Central, al igual que gran parte de la orografía escarpada de la Península Ibérica, se formó durante la orogenia alpina, hace unos 25 millones de años. Desde entonces, las rocas de las cumbres han sido erosionadas y aplanadas por la nieve, el agua y el viento. Aun así, quedan algunos picos con una elevación significante en el contexto de la Península Ibérica, como son el Pico Almanzor, el Canchal de la Ceja, Peñalara o el Pico del Lobo.
La sierra de Guadarrama es una de las muchas las agrupaciones montañosas que encontramos a lo largo del sistema Central, junto a otras tan reconocidas como la sierra de Gredos o la sierra de Francia. Cuenta con una longitud de 80 kilómetros, desde su extremo suroeste hasta su extremo noreste, aunque su anchura apenas supera los 20 kilómetros. Dentro de ella nos encontramos con varias alineaciones o cuerdas2, siendo las más reconocidas el macizo de Peñalara, la Mujer Muerta, la Cuerda Larga y sierra de la Morcuera.
En el año 2013, la sierra de Guadarrama se convirtió en el decimoquinto parque nacional de España, el nivel máximo de protección3. Con ello, se buscaba ayudar a preservar las más de 1280 especies animales y 1500 plantas autóctonas de la zona, algunas de ellas en peligro de extinción. El nivel de biodiversidad es considerable, ya que su fauna tiene representación de un 45 % de las especies animales que se encuentran en España y de un 18 % de las que se encuentran en Europa. Algunas son tan icónicas como el gato montés, el buitre negro o el lobo ibérico.
Historia territorial de la Sierra de Guadarrama
Desde que el Reino de Castilla ocupó la Meseta Central, la mayor parte de la Sierra de Guadarrama pasó a formar parte de la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia, constituida en el siglo XI. Junto a Ávila, fue una de las entidades territoriales más poderosas de la Extremadura castellana, la zona que se situó junto a la frontera de los territorios musulmanes entre los siglos XI y XII.
Con los avances del Reino de Castilla hacia el sur, las ciudades más importantes agruparon en su entorno más territorio, con lo que se conformaron, de una forma compleja y muy larga de explicar, las antiguas provincias castellanas. La provincia de Segovia consiguió agrupar así casi toda la sierra de Guadarrama, a excepción de su extremo más oriental, el cual quedó dentro de la provincia de Guadalajara.
En el año 1561, Felipe II movió la capital de su imperio a la Villa de Madrid. Tras aquello las divisiones territoriales existentes se mantuvieron, tal y como muestra el mapa de más arriba, pero poco a poco Madrid fue ganando poder e influencia en su territorio. Con una capital boyante, todos los pueblos de la vertiente sur de la sierra de Guadarrama comenzaron a depender económicamente de Madrid. Después de todo, una cadena montañosa de más de 2.000 metros de altitud suponía un auténtico muro infranqueable en los siglos XVII y XVIII.
Esa realidad se consolidó definitivamente en 1833, cuando Javier de Burgos llevó a cabo la reforma territorial, con la que surgió la organización provincial que aún rige en España4. Tras ella, el macizo de Peñalara se convirtió en la frontera divisoria entre la provincia de Segovia y la provincia de Madrid y, en consecuencia, la sierra de Guadarrama quedó dividida en dos5.
La sierra de Madrid no existe
Y ahora la polémica.
A pesar de las reorganizaciones territoriales, el nombre de la sierra de Guadarrama no ha cambiado, al menos desde que tenemos registros históricos. La sierra comparte nombre con el río Guadarrama, que fluye por su vertiente sur. Este topónimo se puede trazar hasta tiempos de los romanos, quienes utilizaron Aquae dīrrama, lo cual se arabizó como Uad-ar-rámel, de lo que nos queda Guadarrama. Los estudios etimológicos consideran que los árabes, a su llegada a estas tierras, reinterpretaron el nombre en latín, lo que explica muy bien que no se corresponda en nada el nombre romano Divisoria de Aguas y el nombre árabe río Arenoso. Esto implica también que ya los romanos pusieron nombre a la sierra, de la cual el río tomó su nombre, y no viceversa, aunque los árabes lo interpretaran así.
El problema es que, en las últimas décadas, muchos medios nacionales con sede en Madrid han estado utilizando de forma regular la denominación Sierra de Madrid para la Sierra de Guadarrama. Desde luego que no todos se equivocan, pero cada uno que comete el error no hace más que perpetuar el menosprecio a una sierra que tiene su propio nombre: Guadarrama. Aquí os dejo algunos ejemplos de distintos medios:
Lo peor es que, en algunas ocasiones, esto genera tal confusión entre los ciudadanos y lectores de distintos medios que es fácil encontrarse con alguien que piense que El Espinar, San Rafael, Valsaín o incluso La Granja de San Ildefonso son pueblos de Madrid, cuando son parte de la provincia de Segovia.
Hay quienes alegan que estos medios lo único que quieren es hacer referencia a la comarca de la Comunidad de Madrid situada en la sierra de Guadarrama, y en muchos casos así parece. Pero si eso fuera el caso, la comarca tiene su propio nombre informal según el gobierno de la Comunidad de Madrid, que es Sierra Norte. En su defecto, se puede usar perfectamente la denominación vertiente sur de la Sierra de Guadarrama, o vertiente madrileña de la Sierra de Guadarrama. Las opciones son múltiples, y cualquiera de ellas mejor que la apropiación de una sierra que tiene entidad propia y compartimos entre varios territorios.
Sí, según he estado mirando, fue uno de los primeros 10 artículos que publiqué en el blog. Pensaba que no había llovido tanto.
Cuerdas es la denominación habitual de los montañeros para una alineación de montañas que se pueden recorrer de forma continua.
Del parque nacional y de su área de influencia también tengo un mapa. Podéis echarle un vistazo aquí.
Por si os interesa, dediqué una newsletter al atlas de Tomás López, que describe bastante bien la antigua organización territorial.
En realidad en tres, porque la provincia de Ávila también tiene una pequeña parte de la sierra de Guadarrama.
En el verano previo a empezar mi newsletter pasé unos días por esa zona norte entre Segovia y Madrid huyendo del calor, varias veces pasé en coche por una zona de Valsaín que se convirtió en una obsesión (libro comprado y todo) que, por una razón u otra, no ha acabado en la newsletter. Y ahora me has dado ganas de volver :)
Soy de Madrid y siempre lo he escuchado como La Sierra, sin mas. No sé si fuera de aquí se conozca como la sierra de Madrid, pero tampoco lo veo mal. Las mejores sierras están en Madrid.