Buen martes a todos,
La semana pasada,
publicaba un interesante artículo repleto de mapas sobre su visita a una exposición itinerante sobre Auschwitz1. La lectura me gustó, pero el título de la exposición fue algo que consiguió resonar rápido en mi cabeza: Not long ago. Not far away. La traducción directa al español creo que pierde cierto peso, así que me he tomado el lujo de reinterpretar el título para esta entrada que os traigo hoy: No hace mucho tiempo, en un lugar no muy lejano.Quizá algún día hable de Auschwitz. A pesar de haber estado dos veces en Cracovia, nunca he visitado Auschwitz, pero creo que es un sitio sobre el que hay mucho que contar. Hoy, sin embargo, quiero contar brevemente la historia de tres lugares en tres momentos mucho más cercanos en el tiempo. Una atrocidad que se consumó, una que estuvo a punto de consumarse y otra estamos empezando a normalizar.
Srebrenica, 1995
En 1991, Yugoslavia comienza su desintegración. Los primeros en abandonar el barco fueron Eslovenia y Croacia, aunque el nacionalismo entró en su máxima exposición en todo el antiguo territorio de la república federal. Slobodan Milošević se propuso que todos los serbios que vivían diseminados por las distintas repúblicas terminaran viviendo en un único país. Esto se topó con la decisión de la población de Bosnia-Herzegovina de proclamar su independencia el 3 de marzo de 1992, después de un referéndum que obtuvo un 99,71 % de votos a favor.
La población serbobosnia había boicoteado el referéndum con la esperanza de que no se llegase al mínimo de participación, algo que no ocurrió2. En apenas un mes, la guerra estalló en Bosnia. No me quiero adentrar en la complejidad del conflicto, con multitud de actores, pero sí que es importante entender la realidad étnica y religiosa de Bosnia-Herzegovina. A diferencia de otros estados de Yugoslavia como Croacia o Eslovenia, Bosnia carecía de una clara mayoría étnica o religiosa. En la región convivían croatas, bosnios y serbios, así como musulmanes y cristianos, con ligeras mayorías en alguna ciudad, pero sin una separación marcada.
La evolución de la guerra dejó cercadas a varias poblaciones de mayoría serbia y musulmana, algo que pronto fue identificado como un problema por las Naciones Unidas. Es así como el 16 de abril, la resolución 819 de la ONU declaró Srebrenica un área segura. Tres semanas más tarde, esa garantía de las Naciones Unidas se extendió a Sarajevo, Žepa, Goražde, Tuzla y Bihać. A partir de ese momento, esas ciudades quedaban bajo la protección de UNPROFOR, con el objetivo de mantener la paz.
La ONU pidió a las tropas serbias que cesasen las hostilidades contra las áreas seguras, algo que se ignoró por completo. Los ataques continuaron y Srebrenica quedó totalmente cercada en marzo de 1995, con 400 soldados holandeses de UNPROFOR para defender a toda la población de la ciudad. El asedio fue total y se impidió que entrase cualquier tipo de ayuda humanitaria en la ciudad. Lo que es peor, a pesar de que los soldados holandeses avisaron de que la situación era insostenible, UNPROFOR no envió ningún tipo de apoyo adicional.
El avance fue lento, pero imparable: el 12 de julio de 1995 Srebrenica cayó. Los soldados holandeses ayudaron a evacuar a mujeres y niños, pero no hubo tiempo de salvar a toda la población civil. Las tropas serbias capturaron a más de 8000 hombres musulmanes y los masacraron. Todos ellos fueron asesinados en la misma área que había designado como segura por las Naciones Unidas, sin que llegara ningún tipo de ayuda o apoyo para evitar que sucediera.
Todo sucedió delante de nuestros ojos. La mayor masacre acontecida en Europa tras la Segunda Guerra Mundial ocurrió de forma lenta y dolorosa.
Kobane, 2014
La guerra civil comenzó en Siria en marzo del 2011 y, a pesar de que ya hace años que no ocupa los titulares de las noticias, todavía no ha finalizado. El detonante fueron las manifestaciones englobadas en el marco de la Primavera Árabe3. Lo que en sus inicios fueron protestas pacíficas, ante la respuesta férrea del gobierno de Bashar al-Assad, escalaron hasta convertirse en una guerra abierta. A diferencia de otras guerras civiles, en las que dos bandos se enfrentan por el control del país, aquí se terminaron enfrentando múltiples actores entre sí con alianzas complejas y cambiantes.
Por si no estáis familiarizados con el conflicto, intentaré simplificarlo. Por un lado, estaba el gobierno de al-Assad (en rojo en el mapa de abajo), contra el que se revelaron múltiples fuerzas que, generalmente, se agrupan en tres grandes grupos. El más importante es el Ejército Libre Sirio (en verde), el cual agrupaba múltiples movimientos armados que, en su mayoría, simpatizan con el Consejo Nacional Sirio4. El YPG (en amarillo) se corresponde con las Unidades de Protección Popular, que es el brazo armado oficial del Comité Supremo Kurdo del Kurdistán Sirio. Por último, el ISIS, autodenominado Estado Islámico (en negro), que no solo combatía contra las fuerzas gubernamentales, sino también contra la mayoría de los grupos dentro del Ejército Libre Sirio y contra el YPG.
Ayer, 16 de septiembre, se cumplieron 10 años desde el momento en el que el ISIS lanzó un ataque con el objetivo de tomar Kobane. Kobane era una ciudad importante para el Kurdistán sirio, por ser una de las más pobladas, pero también por ser el paso fronterizo más significativo entre Siria y Turquía. Con el avance del ISIS, la ciudad llegó a superar los 400.000 habitantes, muchos de ellos huyendo de los más de 300 pueblos en las cercanías de Kobane que habían sido tomados por el Estado Islámico.
El cerco se fue cerrando y, a mediados de octubre de 2014, Kobane estaba totalmente rodeada.
Os estaréis preguntando, si las fuerzas del ISIS avanzaban únicamente por tres frentes, ¿por qué no llegaba ayuda a través de la frontera turca? O, en su defecto, ¿por qué no huía la población hacia Turquía? Porque Turquía no quería. Turquía lleva muchas décadas con problemas manifiestos contra la minoría kurda, llegando hasta el punto de considerar organización terrorista al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Para Turquía, el YPG no era más que una rama del PKK, por lo que abrir la frontera supondría permitir que los terroristas, según el gobierno turco, entrasen libremente en su país.
En octubre de 2014, Turquía había condenado abiertamente al ISIS, pero en ningún momento estaba dispuesta a participar en la guerra civil siria si eso suponía de algún modo apoyar a la población kurda. La situación se volvió tan absurda que Erdoğan, al frente del gobierno turco, movilizó al ejército y situó múltiples tanques justo al otro lado de la frontera.
Las acciones de Turquía fueron cuestionadas por toda la comunidad internacional, e incluso varias voces pidieron que se replantease que este país formase parte de la OTAN5. Como bien sabéis, Turquía sigue siendo parte de la OTAN, y no porque hicieran absolutamente nada para evitar que en Kobane sucediera lo que 20 años antes había pasado en Srebrenica.
A finales de octubre, Estados Unidos lideró una coalición que bombardeó durante semanas las posiciones del Estado Islámico, lo cual ralentizó su avance en la ciudad. Pero los que realmente salvaron a los kurdos de Kobane fueron sus aliados regionales. A comienzos de noviembre llegó la ayuda del Ejército Libre Sirio y de Peshmerga, la fuerza militar del Kurdistán iraquí. Gracias a esos refuerzos, Kobane poco a poco expulsó al ISIS, siendo totalmente libre el 16 de enero de 2015.
Gaza, 2023-2024
Buscando información para refrescar lo que recordaba sobre Srebrenica y Kobane, curiosamente me topé con este artículo de The Jerusalem Post. The Jerusalem Post es un medio israelí que, si bien originalmente tenía una línea editorial de izquierdas, en las últimas décadas ha dado un giro importante para quedarse muy escorado a la derecha. En el artículo que os enlazo, de 2014, el periódico critica la ausencia de ayuda internacional en Kobane y, precisamente, habla de que se puede repetir lo que ya sucedió en Srebrenica.
Seguramente no os sorprenda saber que su postura ante la situación de Gaza no es la misma que la que mostraron con Kobane. Hay muchas explicaciones posibles, pero la más fácil6 es que los kurdos eran amigos, mientras que los gazatíes no son amigos. En los primeros años de la guerra civil siria, Israel tuvo un gran interés en que cayera el gobierno de Al-Assad, ya que con él había tenido múltiples enfrentamientos directos por el control de los Altos del Golán7 y, de todos los grupos de la oposición, los kurdos eran el grupo con el que tenían menos discrepancias. Los gazatíes y, en general, los palestinos han sido el enemigo de Israel desde que se instauró el estado en 1948.
Pero bueno, volviendo al tema. ¿Por qué comparo lo que está ocurriendo en Gaza con Srebrenica y Kobane? Porque es una situación extremadamente semejante.
La Franja de Gaza es uno de los dos territorios que componen el estado de Palestina, junto a Cisjordania. Tan solo en Gaza, antes de octubre de 2023, vivían cerca de dos millones de personas, en una extensión de apenas 365 kilómetros cuadrados. Esto supone una densidad de población algo superior al de la ciudad de Madrid, aunque las ciudades de la Franja tienen una densidad mucho mayor que cualquier ciudad europea8.
Al igual que sucedía con Srebrenica y Kobane, Gaza está rodeada en gran parte por Israel, tanto por tierra como por mar. La única frontera que no está bajo el control directo de Israel es el paso fronterizo de Rafah, que ha estado funcionando de forma intermitente para permitir la salida de refugiados, aunque Egipto no está en situación de acoger a los dos millones de gazatíes9.
Siguiendo con las similitudes. En Srebrenica y en Kobane hemos visto cómo la ONU y Turquía no estuvieron a la altura de las circunstancias y permitieron que la atrocidad triunfase. En el caso de Gaza, la comunidad internacional en su conjunto no está a la altura. Es cierto que el apoyo popular en muchos países se está mostrando evidente, pero la realidad es que Israel no ha tenido ninguna penalización comercial, como sí que lo tuvo Rusia al invadir Ucrania, y muchos países murmullan a Israel que pare las hostilidades, mientras que continúa proporcionando armas para que continúen con la matanza de miles de gazatíes.
No quiero entrar en posibles justificaciones, porque no hay nada que justifique la matanza que está ocurriendo en Gaza. Es cierto que Hamás atacó de forma terrible a Israel el 7 de octubre de 2023, pero Hamás, en el mejor de los casos, únicamente tiene un poder militar de 40.000 personas, lo que supone el 2 % de la población de Gaza (no la totalidad). No discuto que haya miembros de Hamás que hayan intentado ocultarse en hospitales y escuelas, pero eso en ningún caso valida que esos hospitales y esas escuelas puedan ser bombardeados y reducidos a escombros, llevándose por delante la vida de cientos de personas. Por deleznables que sea la actitud y los actos de Hamas, quien está matando civiles gazatíes es el ejército israelí, y eso no se puede relativizar.
Según datos de varias ONG que están operando en Gaza, más de 40.000 personas han muerto sido asesinadas en Gaza, el 70 % de los cuales eran mujeres y niños. A esto hay que sumar 116 periodistas y más de 280 miembros de la ayuda internacional. 1,9 millones de habitantes de la región han tenido que abandonar su casa10. La hambruna está a la orden del día, mientras que Israel mantiene un bloqueo continuo a la entrada de ayuda humanitaria.
No hace mucho tiempo de esto. Hace tan poco tiempo que, de hecho, está sucediendo actualmente. Tampoco es un lugar muy lejano, comparten las mismas aguas del Mediterráneo en la que gran parte de los europeos han disfrutado de sus vacaciones este verano. Se dice que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. La realidad es que tropezamos una y otra vez sobre la misma piedra, pero somos capaces de moldear nuestra moral y engañarnos a nosotros mismos para creernos que, en el fondo, no es lo mismo.
El próximo sábado 21 de septiembre estaré dando una charla en Naukas Bilbao. Si estáis cerca, os animo a que os paséis, ya que el programa está repleto de intervenciones de lo más interesantes. Aquí os dejo el enlace.
Si no podéis acercaros, pero queréis verlo en directo, aquí os dejo el enlace a la sesión del sábado por la tarde.
La newsletter de Doug es bastante interesante, sobre todo si compartís parte de mi pasión por los mapas: The Map of the Week.
La participación superó el 64 %.
Sobre esto me gustaría escribir con la perspectiva de todos los años que han pasado. Lo que fue prometedor para la democratización del mundo árabe… terminó bastante mal.
El Consejo Nacional Sirio es el gobierno de oposición en el exilio.
Algo que, por otra parte, se ha cuestionado en más ocasiones de las que somos capaces de recordar.
Aunque posiblemente necesite muchos más matices.
Esta región aparece en azul en el mapa que he puesto más arriba sobre los actores en la guerra civil siria.
Este artículo de la CNN habla más en detalle sobre la densidad de población en la Franja de Gaza y sus ciudades.
Las razones son múltiples. La más obvia es la humanitaria, Egipto no tiene capacidad para acoger dos millones de refugiados en el Sinaí, pero no se puede obviar los problemas políticos y diplomáticos que supondría para Egipto entrar en conflicto directo con Israel.
Sí, casi la totalidad de la población de la Franja de Gaza ha tenido que abandonar su casa.
Como siempre, interesantísimo. Hace algún tiempo seguí en redes sociales a una chica serbobosnia que vivía en España y subía muchos contenidos sobre la República Srpska. Después de todo, Serbia consiguió su "Gran Serbia" aunque de forma no oficial, ya que en la práctica la República Srpska funciona como un país federado con Serbia. De hecho, no existen las fronteras entre ambas "naciones". Bosnia sigue siendo un estado sólo sobre el papel.
cuchillo. Gracias y muy buen artículo, por cierto 😊 👍