Enhorabuena, Miguel. La verdad es que el tema pinta interesante, así que seguro que has hecho un gran trabajo viendo tu fantástica labor con la newsletter. Te deseo mucho éxito con el libro.
Enhorabuena por el esfuerzo. Hace falta mucha disciplina y paciencia para escribir un libro. Siempre hay que agradecer la contribución que hace el escritor a la sociedad, pues sin esos contenidos, los demás diletantes que gustamos de reflexionar, poner el dedo en la llaga y cuestionar, pero rechazamos el esfuerzo de concretar y explayarnos, no tendríamos material con el cuál hacerlo. El lector crítico que señala los errores, simplificaciones o limitaciones de un libro (o artículo) suele olvidar, volviéndose ingrato, que es el libro, tal cuál es, él que posibilita esas críticas; lo mismo, por cierto, vale para nuestra existencia.
Cuando lo lea, ya te pondré un párrafo bien gordo comentándolo. Además, el tema me interesa, y tiene una vigencia absoluta en nuestro momento actual.
Siempre quise saber si los alemanes se comían a los niños.
Enhorabuena, lo voy a poner en mi lista de cumple o Reyes, que luego nunca sé que desear :)
¡Reservado ya! Esas tres entradas de la newsletter me encantaron, estoy segura de que el libro va a estar genial.
Enhorabuena, Miguel. La verdad es que el tema pinta interesante, así que seguro que has hecho un gran trabajo viendo tu fantástica labor con la newsletter. Te deseo mucho éxito con el libro.
Un abrazo.
Y la versión gratuita para las personas que no pueden comprarlo pero desean leerlo gracias 🇻🇪🌎
Crack. 🙌🏼
Felicidades, estoy seguro de que será interesante, en cuanto pueda voy a por él.
¡Muchas felicidades, Miguel! Tiene una pinta buenísima. Otro más para la #piladelibros XD
Enhorabuena Miguel!
Lo compraremos convenientemente.
Enhorabuena por el esfuerzo. Hace falta mucha disciplina y paciencia para escribir un libro. Siempre hay que agradecer la contribución que hace el escritor a la sociedad, pues sin esos contenidos, los demás diletantes que gustamos de reflexionar, poner el dedo en la llaga y cuestionar, pero rechazamos el esfuerzo de concretar y explayarnos, no tendríamos material con el cuál hacerlo. El lector crítico que señala los errores, simplificaciones o limitaciones de un libro (o artículo) suele olvidar, volviéndose ingrato, que es el libro, tal cuál es, él que posibilita esas críticas; lo mismo, por cierto, vale para nuestra existencia.
Cuando lo lea, ya te pondré un párrafo bien gordo comentándolo. Además, el tema me interesa, y tiene una vigencia absoluta en nuestro momento actual.
Siempre quise saber si los alemanes se comían a los niños.
¡Qué buena pinta! Corriendo a la librería que voy. Un tema apasionante y estoy seguro que tratado con un gusto fantástico :)